martes, 18 de mayo de 2010

La llorona

La verdad no entendia bien el concepto de las lagrimas, hasta que me quede sin ellas......
Con los brazos cruzados hacia la parte de atras, recargue mi cabeza, acostada en el piso y con las piernas extendidas a lo largo de la habitacion miraba el cielo, en la colonia se habia ido la electricidad por la repentina explocion de un transformador, que oportuno! Miraba el cielo oscuro como nunca antes, era tan oscuro que me dio mas nostalgia, era un cielo poblado por miles de brillantes estrellas que estaban en perfecta harmonia y en medio de toda esta oscuridad la señora luna, estaba ahi mirandome con curiosidad asi como yo tambien lo hacia, yo pense hacia mis adentros, porque no hablarle y pedir su consejo? Al mi instante mi corazon se me comprimio a mi pecho provocando que los ojos se me llenaran de lagrimas y mis labios aunque se rehusaban a cooperar el habla simplemente empujo las palabras hacia afuera de mi boca, y dije;
Señora luna, soy yo, la llorona como me dice mi querer, como podras ver mis ojos no dejan de expresar el sentir de mi corazon y no puedo controlar la desesperacion que me da el no tener su amor, estoy sola, completamente sola y mi mente me traiciona en cada instante, no puedo ignorar su desprecio hacia mi, su indiferencia a mi dolor, su bajo interes por mi bienestar y su completa falta de amor que lo inhunda y enferma al momento de compartir la cama; Señora luna eres tu quien acompaña a los solitarios como a mi? aun recuerdo cuando yo crei ser feliz, el me llamo con sus ojos y yo atendi sin saber que no era amor, me cautivo su hombria y su sonrisa que al instate senti que era para mi, unos años mas tarde y su inmadurez prematura lo influyeron a probar cosas nuevas lejos de mi, estuve a su lado para ver si lograba un poco de su amor pero solo lloraba y lloraba al verlo como pasaba mi ilusion por entre sus pies, luego crei nuevamente ser feliz cuando dijo que eso habia pasado y el queria intentarlo de nuevo, me entregue una vez y tome del piso los pedazos de lo que quedaba de mi corazon, pero termino por desmoronar mi voluntad y cai al suelo nuevamente donde ahorita estoy aqui llorando, he estado aqui ya hace bastante tiempo y no me he podido levantar, he llorado tanto que ya me cuesta hablar sin hacerlo, se que tu consejo vendra con el viento cuando mis ojos cansados cogan el sueño, arrullame pues mi buena señora ahi en el seno de tu menguante cuspide, aguarda ahi mi pesar para no estar ya tan sola y guarda mi secreto en tu fiel y discreta espalda oscura que te sostiene hasta el amanecer

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